lunes, 25 de junio de 2012

70 patadas

Es cierto que Logroñes nunca se caracterizó por ser un equipo que al final de cada temporada esté peleando por obtener el premio Fair Play, pero a veces hay cosas que se exageran y cuando están muy fuera de lugar bien vale la pena remarcarlas.
En nuestro último partido, en el cual perdimos 4 a 1 ante Silva, nos presentamos a jugar con 10 jugadores. Una serie de eventos y compromisos simultáneos nos llevó a que varios de nuestros jugadores no pudieran estar presentes en dicho cotejo y debieramos enfrentar el mismo en inferioridad de condiciones.
Hasta ahi todo normal. Pero minutos después de comenzado el partido tuvimos la primera baja. Juan Pablo Rivera cayó mal luego de un rechazo y su rodilla dijo basta, por lo cual debió abandonar el campo de juego. Cuando comenzó el segundo tiempo, Franco Jardín sufrió una lesión muscular en el izquiotibial de su pierna izquierda y también tuvo que dejar el partido.
En resumen: jugamos 10 minutos con 10 jugadores, otros 45´ con nueve y los últimos 35´ con tan sólo ocho players. Está claro que los 4 goles que recibimos podrían haber sido más de no ser por el coraje, el alma y las ganas que le puso cada uno de los integrantes del equipo al partido y la derrota fue más que merecida, aunque tuvimos unas 5 chances que podrían haber puesto un marcador algo más decoroso.
Pero toda esta introducción viene a colación de que un par de integrantes del equipo rival, en lugar de festejar su primera victoria de la temporada esperaron la llegada del árbitro al vestuario para recriminar por que no había más jugadores de Logroñes expulsados o amonestados porque, según ellos, habíamos pegado 70 patadas en 90 minutos.
No se de donde sacaron esa estadística, pero si nos ponemos a analizar y a sacar cuentas, podemos decir que nuestro arquero, Enzo Dallacaminá, no pegó ninguna, que Juan Pablo salió lesionado practicamente antes de tocar una pelota, que Franco Jardín es delantero y que practicamente no la tocó porque no atacamos, y que Sebastián Gómez Abuin practicamente no pudo correr porque también estaba lesionado. Eso nos da un promedio de 10 patadas pegadas por los otros 7 jugadores que nos quedaban en cancha. Y si realmente pegaron 70 patadas entre 7 jugadores es para meter preso al árbitro.
El partido tuvo un desarrollo absolutamente tranquilo, con el lógico dominio de Silva que no ganó por más goles porque cuando ya había sacado una gran ventaja levantó un poco el pie del acelerador. Por eso deben estar contentos y festejar un triunfo que bien merecido lo tienen. 

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