El 2010 ha sido un año en el cual Logroñes pasó a llamarse Deportivo Empate. Pero el 1 a 1 de ayer frente a Extremadura podría decirse que sirvió para sumar un punto (porque además era contra un rival directo) y no para perder dos como había pasado contra éste mismo rival en la primera ronda (recordar el gol mal anulado en el último minuto).
Pero francamente el de ayer fue uno de los peores partidos que Logroñes jugó en ésta temporada.
El primer tiempo fue horrible. Se vio un equipo superado en cuanto sector del campo estaba la pelota. Los defensores (con arquero incluido) no daban pie con bola. Para donde miraban había un rival solo esperando la pelota y cuando lo iban a marcar, este ya se había desprendido de la misma. En el medio el doble 5 no funcionó como se esperaba y la recuperación del balón era una misión casi imposible. Y arriba, ante la falta de un enganche, los delanteros se la pasaban peleando pelotas divididas y de espaldas al arco. Fue así que no tuvieron ni una oportunidad siquiera de patear de frente al arco.
Por el contrario, Extremadura se movía muy suelto en la cancha y apoyado en la precisión del gran Pancho Imboden presionaba hasta ahogar a nuestro equipo. Si bien es cierto que no contó con un sin fin de situaciones de gol, el subcampeón de 2007 controló esos primeros 45 minutos de principio a fin. Y quizá en la jugada menos esperada encontró la ventaja parcial ya que un centro muy anunciado encontró a una defensa mal parada y a un arquero caminando para otro lado cuando la punta del botín de uno de sus delanteros la mandó al fondo de la red.
Lo mejor que nos podía pasar en ese momento era que el primer tiempo llegase al final. Y por suerte eso pasó con Extremadura ganando solo por un gol.
El entretiempo sirvió para acomodar un poco mejor las piezas y salir a la última etapa con otra actitud. Ya con Gonzalo Urrutia parado como enganche y sin el doble 5 en el mediocampo, Logroñes sumo en juego ofensivo y sin llegar a tener una actuación descomunal, el equipo mejoró muchisimo y supo como lastimar al rival.
Las situaciones empezaron a llegar y fue con un zapatazo del ya nombrado Urrutia que llegó el empate. Después una de Giacomelli que se fue por sobre el travesaño, un cabezazo en contra que salió al lado del palo y otro centro del goleador que casi se mete en el segundo palo pusieron a nuestro equipo al borde de la victoria.
Sin embargo el gol no llegó y Extremadura volvió a ser parte de lo que fue en el primer tiempo y podría haber ganado el partido en un mano a mano donde uno de sus delanteros la terminó picando.
Por suerte la pelota no entró y el empate quedó estampado. Si hablamos de merecimientos, es posible que Extremadura haya merecido más que nosotros, por eso a la hora de pensar en los puntos obtenidos, no podemos dudar en decir que "sumamos uno" y no que "perdimos dos".
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