lunes, 9 de noviembre de 2009

Había que ganar, y se ganó

Definitivamente éste es un año para sufrir. Es que los capítulos con grandes goleadas a favor, parece que se quedaron en el olvido y en ésta temporada, tanto con los rivales más poderosos como con los más debiles, Logroñes no logra plasmar en el marcador todas las oportunidades que genera. Y luego claro, lo que no se hace en un arco, se lo padece en el otro.
Esta vez salió bien porque los viejitos de Logroñes derrotaron por 2 a 0 a los jóvenes de Silva, pero podría no haber funcionado y si el juego no aparece en los próximos partidos, el sueño de ser campeones no costará nada pero parecerá imposible.
Al partido de ayer, el que abrió la jornada del domingo en el CNO, había que ganarlo y se lo ganó. Pero tuvo dos aristas muy marcadas. Una en el primer tiempo donde, literalmente, no se jugó a nada. La pelota pasaba poco por los que sabían manejarla como Martín Arce o Lucio Duhour, en el medio campo no podían detener a los rivales y entonces el juego bonito no apareció, pero tampoco la garra y la actitud que muchas veces caracterizó a éste equipo. Si Boca vs. Colón fue un partido feo, Logroñes vs. Silva, en el primer tiempo, fue un partido horrible.
Por suerte, la charla en el entretiempo fue muy productiva y la actitud para los segundos 45 minutos fue otra.
El equipo salió a disputar la última parte del encuentro mucho más enfocado en el juego y sabiendo que un triunfo lo dejaba bien parado. Fue así que desde el primer minuto comenzaron a apareces las opciones de gol, también ayudados por la entrada de Nicolás Sylvester, un goleador que ya está viejo, pero que el equipo siempre necesita y los hechos posteriores así lo confirmaron.
Todavía no iban diez minutos cuando Nico, que un jugada antes había desperdiciado una jugada muy parecida, recibió un pase profundo, encaró al area por el vértice izquierdo y con un remate fuerte y cruzado abajo anotó el 1 a 0.
Luego llegó la expulsión de un rival, también provocada por el goleador y ahi definitivamente el dominio, al menos por un largo rato, fue todo de Logroñes. Las situaciones de gol se sucedieron unas tras horas con dos, y a veces tres jugadores mano a mano con el arquero rival y con uno o ningún defensor a la vista. Pero la facilidad con las que se presentaron tantas jugadas hicieron que se tornen más difíciles porque todas fueron erradas. Ya sea por malos pases abajo del arco, o por malas definiciones, lo que podía ser un 4 a 0, seguía siendo 1 a 0.
Y esa frase de que lo que se desperdicia en un arco, se paga en el otro se hizo carne sobre el final del partido cuando en la única contra que tuvo Silva, uno de sus delanteros quedó de frente al arco, sin arquero y sin defensores que lo molesten. Todos estaban preparados para festejar el empate, pero el jóven delantero le pegó con el diario mojado del domingo y estrelló la pelota en el travesaño.
Desahogo mediante, en la siguiente contra Logroñes por fín logró poner el 2 a 0 y traer tranquilidad a sus jugadores. Lucio Duhour recibió un lateral, aguantó al primer defensor con el cuerpo y encaró solo hacia el arco. Y ésta vez, como no había hecho en las anteriores, decidió patear y la embocó.
Párrafo aparte se merece el partido que jugó Juan Manuel Lacroix. El más "pendejo" en un equipo lleno de viejos fue, sin dudas, el mejor jugador de Logroñes. No hizo nada distinto a lo que venía haciendo, pero la actitud, las ganas, la polenta y los huevos que puso en todo el partido, a todos los demás jugadores de Logroñes debería de darnos envidia.
Al campeonato le quedan tres fechas, y por ahora nuestro equipo está adentro de la Copa de Oro. Sabemos que dependemos de nosotros, pero debemos mejorar bastante lo hecho ayer. Al menos, Silvando bajito seguimos soñando.
Felicidades...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muchahos,
Felicitaciones por la victoria. Sigamos asi para llegar en la ultima fecha mas tranquilos.

Saludos

Unknown dijo...

Facu Vazquez