Era el partido para confirmar la levantada de Logroñes. Sin embargo, el desarrollo del partido se fue complicando y, a pesar de que se terminó jungando con 9 jugadores, el empate 1 a 1 entre nuestro equipo y NVM, nos dejó sabor a poco una vez que finalizó el encuentro.
Se podría analizar como un punto positivo si se tiene en cuenta que los dos delanteros, Juan Manuel Giacomelli y Nicolás Sylvester, vieron la roja y el equipo supo como aguantar los últimos 15 minutos con dos jugadores menos. Pero si se analiza el desarrollo del partido hasta el momento de las expulsiones, el dominio no era demasiado amplio a favor de Logroñes, pero si era lo suficientemente claro como para tener algunas opciones de gol y también para no permitirle al rival crear situaciones de gol.
El primer período fue el más claro ya que Logroñes fue el único protagonista en ataque, llegó en varias oportunidades a través de Nico Sylvester, Juan Lacroix o Lucio Duhour, pero el gol llegó mediante un excelente tiro libre de Sebastián Lucero. Se notaba que era el día para los defensores centrales porque luego hubo un tiro desde 25 metros de Rodolfo Perotti que todavía no sabemos por que no fue gol.
Sin embargo, pese a ese dominio, una distracción en el último minuto del primer tiempo provocó que NVM llegue a un empate inmerecido hasta el momento, pero justificado en los segundos 45 minutos.
Precisamente en ese segundo tiempo NVM pasó a tener el control del balón, aunque ésto no se traducía en oportunidades de gol ya que la defensa de Logroñes estuvo siempre bien parada y el equipo listo para salir de contra. Y en una de ellas se produjo lo que luego fue el quiebre del partido. En una larga corrida, Giacomelli se iba solo de cara al arquero, pero recibió una infracción que, no solo no fue cobrada, sino que luego provocó la expulsión del delantero. ¿Qué pasó? El árbitro venía a 50 metros de la jugada y su línea tenía no más de 18 años y con el susto que tenía no se animó a levantar la bandera.
Luego llegó la expulsión de Sylvester, también producto de una protesta luego de un error grosero de un árbitro sobrebio, inoperante y totalmente fuera de estado.
El resto del partido solo fue aguantar el punto que se estaba consiguiendo hasta ese momento ya que era ante un rival poderoso y en una instancia clave del torneo. Ahora no se pueden perder más puntos si se quiere pelear el campeonato y el próximo domingo, ante Amanecidos, cueste lo que cueste... tenemos que ganar.
Felicidades.
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