Cuando la estructura del equipo se ve resentida, es muy difícil conseguir buenos resultados. Y ésto fue lo que padeció el Logroñes en su última presentación y terminaron sufriendo una dura derrota ante Mano de Díos. El resultado fue sólo 2 a 0, pero podría haber sido mayor.
El primer tiempo resultó ser muy parejo y ninguno de los dos equipos contó con situaciones demasiado claras o logró elaborar alguna buena jugada colectiva que termine con una opción de gol. Solo una distracción de la defensa de Logroñes terminó con un remate peligroso de un rival por arriba del travesaño.
Precisamente en la defensa fue donde más se sintió que Logroñes no estaba con todos sus titulares. Tanto Sebastián Lucero como Sebastián Vila, habitualmente los centrales titulares, no estuvieron presentes y eso se sintió ya que ellos tienen voz de mando y saben como ordenarse. Tambien estuvieron ausentes Nicolás Sylvester y Juan Manuel Giacomelli, los dos delanteros que siempre están desde el comienzo.
Todo esto pareció no notarse durante los primeros 45 minutos. Pero en el segundo tiempo, Mano de Dios encontró el gol en los primeros minutos y ya nada fue lo mismo. El desorden comandó todas las acciones de Logroñes y enseguida llegó el segundo festejo del rival.
La desesperación por al menos descontar genera que el resto de los minutos no merezcan evaluación táctica alguna. Pero si merece su análisis un error clave del árbitro del partido que no convalidó un penal para Logroñes y en la siguiente jugada expulsó al "Ogro" Vázquez. Nada estaba garantizado, pero sin ese error, la historia podría haber sido distinta, aunque la derrota es un buen castigo en ésta etapa porque todavía se está a tiempo de corregir los errores.
Felicidades...
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