El domingo fue el tercer partido del año. Y el segundo que Logroñes entró a la cancha con menos jugadores que los 11 necesarios para jugar un partido de fútbol. En la primera fecha, con 8 players, la sacamos barata porque terminamos haciendo historia al vencer a Amanecidos por 2 a 1.
Pero esta vez nos tocaba enfrentar al último campeón, a La Crema, y lo hicimos con 9 jugadores (que luego, en el segundo tiempo, fueron 10) y no se puede estar pendiente de hacer "la heroica" todos los partidos.
El rival, quizá uno de los más duros y mejores del CNO, venía de ganar 5 a 0 en la primera del año. Y de salir campeón en 2010. Con ese panorama y 10 jugadores en cancha, Logroñes se plantó tratando de ver que pasaba en los primeros minutos. Y lo que pasó fue que Sebastián Lucero, el estandarte de la defensa, se lesionó a los 2 minutos de la etapa inicial y tres minutos después, nuestro equipo ya perdía por 2 a 0.
Lejos de lamentarse, Logroñes se plantó en campo rival, con las limitaciones correspondientes al tener dos hombres menos, y pudo descontar por medio de Juan Manuel Lacroix, luego de que Mariano Castro dio un pase entre lineas, de esos que se ven poco y se disfrutan mucho.
Pero, cuando el árbol nace torcido... En la siguiente jugada al gol del descuento, un zapatazo de un rival se clavó en el ángulo para poner a La Crema 3 a 1 arriba.
Todo era puro vértigo. Ya había 4 goles en el marcador y el reloj todavía no marcaba 20 minutos del primer tiempo. Y con tantas ventajas, el último campeón se hizo un festín en lo que quedó del primer tiempo y no anotó más goles porque... nadie sabe por que. Y nuestro equipo: apenas algún disparo desde fuera del área.
El segundo tiempo fue distinto. Logroñes entendió que metido atrás con menos hombres y abajo en el resultado no era negocio. Entonces salió a buscar el partido un poco más adelante, pero dejando muchos espacios en la defensa. De tal manera, se dio un hermoso partido de ida y vuelta en el que pudimos descontar a través de un cabezazo de Pablo Prestifilippo y contar con alguna chance más para poder rescatar un empate. Asimismo, La Crema tuvo unas cinco situaciones bien claras para aumentar la diferencia, pero el buen segundo tiempo del arquero, Enzo Dallacaminá y de su amigo, el travesaño, terminaron con el resultado 3 - 2 favorable al conjunto verde.
De más está decir que somos un equipo que le pone actitud a los partidos, sino hubiesemos sufridos dos catástrofes en tres partidos. Por suerte a uno lo ganamos y al otro lo perdimos por sólo un gol. Pero durante la semana la historia es otra y la falta de compromiso es moneda corriente. Si la historia no cambia, no se vislumbra un final feliz para Logroñes.
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