El medallero de la 3ª fecha

Premio Maradona: Enzo Dallacaminá

El arquero tuvo una sola participación importante en el partido, pero fue muy importante. Es que el encuentro todavía estaba igualado en cero cuando, en un mano a mano con un delantero rival, puso su mano derecha para que la pelota no vaya al fondo del arco. "Estaba motivado porque tenía una hincha particular", dijeron por ahi.

Premio Chenemigo: Pablo Prestifilippo

Es que el polifuncional jugador, incorporación para este 2011, no paró de hablar en todo el partido y el castigo fue la tarjeta amarilla. Finalmente había un jugador con la camiseta 13? O era con el pantalon?

Premio Ghandi: Los botines de Franco Jardín

El delantero salió lesionado cuando promediaba el primer tiempo. Y como no pudo volver, le prestó los botines con los que Rodríguez anotó el segundo gol de nuestro equipo. Todo un compañero...

Premio Terminator: Alejandro Rodríguez

El volante tiene dos aristas. Una es la de la garra y el ímpetu que le pone a cada partido. En una de esas tantas que fue a buscarla abajo, se le fue la patita con un rival y se ganó merecidamente la tarjeta amarilla.

Premio Tiki Tiki: Alejandro Rodríguez

La otra arista del volante es la del juego. Está lejos de ser un negado con la pelota y el segundo gol fue todo un poema. Primero la recuperó, después metió un taco (con caño incluido) para pasar entre dos jugadores y definir con todo el pie derecho abierto al segundo palo para poner cifras definitivas en el marcador.

*Mención especial: Juan Martín Arce

El pase que le puso a Juan Manuel Giacomelli, que luego terminó en el primer gol, es digno de todos los aplausos de nuestro equipo.

Dedicado a Seba Lucero

Lejos estuvo de ser el mejor partido de Logroñes. En lo que va del año, seguramente fue el peor en cuanto al juego bonito. Pero cuando no se puede mostrar el mejor repertorio con la pelota, hay otras cosas que no pueden faltar, y todas esas las tuvo nuestro equipo para sacar adelante un partido chivo y vencer por 2 a 0 a Finuchos.

Fue duro porque el rival tenía un hombre menos y en un planteo defensivo, pero muy inteligente, cerró todos los caminos al gol y fue muy difícil poder entrarles en casi todo el partido, aunque la historia fue distinta cuando el marcador ya estaba abierto.

En el primer Logroñes fue el único equipo que contó con chances de gol. Un remate en el palo de Juan Manuel Giacomelli, otro de Juan Martín Arce que se metía al ángulo y un mano a mano desperdiciado por Juan Lacroix fueron las tres chances bien claras con las que contamos para abrir el marcador en esos primeros 45 minutos. Pero entre el buen desempeño del arquero y un equipo que estaba bien cerrado, no pudimos hacerlo.

El segundo tiempo fue aún peor. Porque Finuchos se animó un poco más y ahora si tuvo su oportunidad para abrir el marcador. Un pelotazo cruzado de derecha a izquierda de nuestra defensa dejó desparramado al último hombre gris y puso a un delantero rival cara a cara con nuestro arquero. Pero una buena intervención de Enzo Dallacaminá todavía mantenía el marcador 0 a 0.

Y luego, aparecieron los intocables de Logroñes. Ellos dos se conocen de memoria, y así salió el gol. Pase exquisito en cortada de Arce para Giacomelli y el goleador sacó un remate cruzado, por abajo, para festejar el merecido 1 a 0.

Sin relajarse, a partir de ahi todo fue tranquilidad. Y en una jugada donde nadie se lo esperaba, llegó el segundo gol. Alejandro Rodríguez robó una pelota en el mediocampo, se escapó (taco de por medio) entre dos jugadores y, cuando sólo se interponía el arquero entre él y el arco, abrió el pie derecho para colocarla en el segundo palo.

Fue un triunfo necesario porque se venía de una derrota y otro partido sin ganar hubiese significado un golpe bajo al ánimo del equipo.

También, le queremos dedicar el triunfo a Sebastián Lucero, nuestro estandarte en la defensa, quien deberá estar alrededor de tres meses fuera del campo porque sufrió la rotura casi total de los ligamentos de su rodilla derecha. Todas las fuerzas de Logroñes para nuestro compañero, a quien esperamos con los brazos abiertos...

Otra vez sopa

El domingo fue el tercer partido del año. Y el segundo que Logroñes entró a la cancha con menos jugadores que los 11 necesarios para jugar un partido de fútbol. En la primera fecha, con 8 players, la sacamos barata porque terminamos haciendo historia al vencer a Amanecidos por 2 a 1.

Pero esta vez nos tocaba enfrentar al último campeón, a La Crema, y lo hicimos con 9 jugadores (que luego, en el segundo tiempo, fueron 10) y no se puede estar pendiente de hacer "la heroica" todos los partidos.

El rival, quizá uno de los más duros y mejores del CNO, venía de ganar 5 a 0 en la primera del año. Y de salir campeón en 2010. Con ese panorama y 10 jugadores en cancha, Logroñes se plantó tratando de ver que pasaba en los primeros minutos. Y lo que pasó fue que Sebastián Lucero, el estandarte de la defensa, se lesionó a los 2 minutos de la etapa inicial y tres minutos después, nuestro equipo ya perdía por 2 a 0.

Lejos de lamentarse, Logroñes se plantó en campo rival, con las limitaciones correspondientes al tener dos hombres menos, y pudo descontar por medio de Juan Manuel Lacroix, luego de que Mariano Castro dio un pase entre lineas, de esos que se ven poco y se disfrutan mucho.

Pero, cuando el árbol nace torcido... En la siguiente jugada al gol del descuento, un zapatazo de un rival se clavó en el ángulo para poner a La Crema 3 a 1 arriba.

Todo era puro vértigo. Ya había 4 goles en el marcador y el reloj todavía no marcaba 20 minutos del primer tiempo. Y con tantas ventajas, el último campeón se hizo un festín en lo que quedó del primer tiempo y no anotó más goles porque... nadie sabe por que. Y nuestro equipo: apenas algún disparo desde fuera del área.

El segundo tiempo fue distinto. Logroñes entendió que metido atrás con menos hombres y abajo en el resultado no era negocio. Entonces salió a buscar el partido un poco más adelante, pero dejando muchos espacios en la defensa. De tal manera, se dio un hermoso partido de ida y vuelta en el que pudimos descontar a través de un cabezazo de Pablo Prestifilippo y contar con alguna chance más para poder rescatar un empate. Asimismo, La Crema tuvo unas cinco situaciones bien claras para aumentar la diferencia, pero el buen segundo tiempo del arquero, Enzo Dallacaminá y de su amigo, el travesaño, terminaron con el resultado 3 - 2 favorable al conjunto verde.

De más está decir que somos un equipo que le pone actitud a los partidos, sino hubiesemos sufridos dos catástrofes en tres partidos. Por suerte a uno lo ganamos y al otro lo perdimos por sólo un gol. Pero durante la semana la historia es otra y la falta de compromiso es moneda corriente. Si la historia no cambia, no se vislumbra un final feliz para Logroñes.