primero hay que saber sufrir. ¡Y como sufrimos!. Iban 47 minutos del segundo tiempo y entre el empuje que proponía Comu y los nervios que azotaban a Logroñes, el empate parecía clavado y el quinto lugar en la tabla, que nos dejaba afuera de la Copa de Oro, se estampaba en nuestras mentes incrédulas de verse afuera de los Play Off después del gran segundo semestre que tuvimos.
Pero apareció él, el gran protagonista de la segunda parte del año (no lo fue en la primera porque las lesiones lo incomodaron), ese que a fuerza de goles llevó a nuestro equipo a su segunda semifinal en los últimos tres campeonatos y que, como gran premio, se subió a lo más alto de la tabla de goleadores. Sí, de Juan Manuel Giacomelli hablamos.
Con una apilada propia de su estilo, y una definición fría y calculadora en el momento más caliente de todo el campeonato, definió a un costado del arquero de Comu que, como indican los libros, aguantó a pie firme los amagues del delantero hasta donde pudo. Pero fue vencido por Juancito, un jugador acostumbrado a jugar finales y que espera jugar una más, la primera con Logroñes.
Como era de esperar, el festejo fue alocado, interminable, impagable. Todos fueron a buscar al héroe de la tarde, hasta Sebastián Vila que desde afuera comenzó a saborear una profesión (la de director técnico) que próximamente deberá practicar con mayor asiduidad dada su avanzada edad.
Como sea, Logroñes está en la semifinal. Ahi nos espera La Crema, un rival durísimo que ya sabe de saborear las mieles de ser campeón en el torneo del CNO y que finalizó con los mismos puntos que nuestro equipo, tanto en la tabla con división (28,5 unidades) como en la general (36 unidades).
Por diferencia de gol, el "Rossonero" clasificó segundo y tendrá ventaja deportiva por sobre el "Verde", pero no hay que confiarse y salir a ganar.
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