Venía derecho el 2009 para Logroñes. Si bien había sufrido para poder ganar los dos primeros partidos de la temporada, su sólido trabajo en defensa le había permitido sumar esos seis puntos que había jugado. Pero ayer se enfrentó ante La Crema, su último verdugo, y un error lo dejó con las manos vacías.
La tarde había comenzado bien para los del Liverpool ya que, luego de un pase bochinesco de Juan Martín Arce, el goleador que tiene este equipo, Juan Manuel Giacomelli, quedó cara a cara con el arquero rival y éste, no tuvo más remedio que cometerle penal. Y claro, Juan Manuel lo cambió por gol. De ahí en más, todo el primer tiempo fue de Logroñes ya que La Crema sólo se arrimó con alguna pelota parada o un tiro de media distancia.
Pero el segundo tiempo fue de un trámite totalmente distinto, en parte por las grandes virtudes del rival, pero también por los errores propios. No bien comenzó el segundo tiempo, el otro gran goleador que tiene el CNO, el "Chino" Landó, aprovechó un error en la defensa de Logroñes y estampó el empate. Luego, un golazo de media distancia puso a los del "Palmeiras" arriba en el marcador.
Después de ese momento, ya nada merecía un análisis medianamente lógico. Porque Logroñes se jugó sus últimas cartas para poder empatar y La Crema pudo haberlo definido de contra. Y a medida que los minutos pasaban, el nerviosismo iba aumentado, también incentivado por un juez de línea soberbio, imbecil y altanero, que con sus fallos y sus "boqueadas" después de habilitar varias jugadas que deberían haber sido paradas por claras posiciones adelantadas, fue sacando de sí mismos a varios jugadores.
Sin embargo, nada sirve como excusa. Logroñes se equivocó y pagó con una derrota. Cayó ante un gran rival y ahora es tiempo de recuperarse porque el camino por recorrer todavía es muy largo.
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